EL PORQUÉ DE MIS PEINADOS

La música popular "independiente" vista por un aficionado. Hoy el problema es el exceso de información. Podemos conseguir de modo gratuito (e ilegal) cualquier tipo de música, además de los medios de comunicación generalistas hay medios especializados incluso en concretos estilos músicales, cada vez se edita más música... En fin, que la cuestión está en seleccionar y ahí es donde entro yo. Imaginad el tiempo y dinero que os vais a ahorrar.

22.12.09

Un clásico: El “To Bring You My Love” (1995) de PJ HARVEY

A principios de los noventa se estableció una especie de dualidad entre dos estrellas indiscutibles de la música popular de la época, una dualidad que iba más allá de lo estrictamente musical para convertirse en personificaciones de la feminidad: Por un lado BJORK representaba una vertiente coqueta, frágil, moderna y ensoñadora, y por otro lado PJ HARVEY era la mujer salvaje, atávica y dispuesta a parir sentimientos asumiendo el dolor del parto. Tampoco era cuestión de decantarse por una u otra, podías quedarte con las dos y ellas no se iban a poner celosas, pero en mi caso siempre me sentí más atraído por la británica. Si bien con el tiempo PJ HARVEY ha ido reduciendo la intensidad de su propuesta musical y estética, a mi siempre me da la impresión de que es un poco como la protagonista de “La Pianista” de Haneke, una mujer distante, elegante y contenida que esconde en su interior las más desgarradoras tensiones.

Tras “Dry” 1992 y “Rid of Me” 1993 vino este “To Bring You My Love” que entonces nos descolocó un poco a todos, aunque ahora sabemos que a PJ HARVEY le gusta mutar planteándose nuevos retos en cada disco. ROBERT SMITH (THE CURE) dijo que tras el “Pornography” sólo le quedaba el suicidio y aplicando el mismo criterio PJ HARVEY tras el “Rid of Me” se suicidó, sólo hay que ver las portadas de ambos discos para ver que son dos personas distintas. PJ HARVEY creó un personaje para poder seguir ahondando en los sentimientos más primarios salvaguardando su propio corazón de la exposición pública. Ya no era ella la que decía esas cosas, sino esa mujer pintada como una puerta enfundada en un vestido de satén rojo.

Desde el punto puramente musical, con “To Bring You My Love” PJ HARVEY perdió pegada (“verticalidad”, como se dice en el fútbol) respecto a su obra precedente para ganar complejidad y amplitud hasta el punto que cada canción te golpea y te acaricia al mismo tiempo (la canción que da título al disco es la mejor prueba de ello). La interpretación en al apartado vocal tiene múltiples registros y la música deja de apuntar en una única dirección. Es como si su blues polvoriento y rock granítico estuviera sonando en una peli de David Lynch. Para mí el mejor disco de PJ HARVEY hasta la fecha.

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