MASTRETTA, Valladolid, 7 de enero

Evocación... MASTRETTA te abre la puerta a mundos que te son familiares pero que no existen. Nacho y sus músicos son la orquesta de un Titanic invulnerable que capitanea Amelí, la banda sonora para películas de Woody Allen o Emir Kusturica que están por filmar, suenan en un salón de baile clandestino en los Estados Unidos de los años 20, en un imaginario café de París y en las fiestas de los pueblos de “El Bosque Animado”. Por esos mundos les seguimos con una sonrisa en los labios, embobados, como si fuéramos tras el Flautista de Hamelin. ¡Vivan los músicos!, sí, porque lo de Valladolid no fue un concierto, sino una celebración tremendamente divertida a la que las Primas de Riesgo y los recortes presupuestarios no estaban invitados. Demasiado grande para que entre en un CD o en un DVD: Tienes que ir.
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