EL PORQUÉ DE MIS PEINADOS

La música popular "independiente" vista por un aficionado. Hoy el problema es el exceso de información. Podemos conseguir de modo gratuito (e ilegal) cualquier tipo de música, además de los medios de comunicación generalistas hay medios especializados incluso en concretos estilos músicales, cada vez se edita más música... En fin, que la cuestión está en seleccionar y ahí es donde entro yo. Imaginad el tiempo y dinero que os vais a ahorrar.

26.9.07

P.J. HARVEY – “White Chalk”.


Entre el revuelo del “Britpop” de principio de la década de los 90 surgió Polly Jean Harvey. Algo aprovechó el tirón mediático, pero su rock crudo, directo y visceral nada tenía que ver con Oasis, Blur y compañía. Ella era auténticamente independiente, manejaba unas influencias diferentes y no posaba para las fotos. El mundo no estaba preparado para “Ride of Me” (1993), su segundo disco, y hoy lo está menos porque es tan rudo y honesto que resulta políticamente incorrecto. No dudaría en colocarlo entre los mejores 20 discos de la década. Cuando el camino parecía marcado, cambió de banda, de productor, de sonido y de actitud sorprendiéndonos a todos con “To Bring You My Love” (1995), probablemente porque era reinventarse o morir pues su propuesta anterior era tan radical que difícilmente la podía mantener. Ahora se escondía tras un personaje, había lugar para los matices y la música ya no golpeaba sino que fluía. No me malinterpretéis, este disco también lo colocaría entre los 20 mejores de la década, pero no podemos dejar pasar por alto el cambio.

Después de dos obras sobresalientes tan distintas todo hacía pensar que estábamos ante algo grande, pero en cierto modo todo lo que ha venido después, salvando “Stories from the City, Stories from the Sea” (2000), nos ha decepcionado: Espacia demasiado las publicaciones, se muestra errática y parece haberse dado cuenta de que su momento ya pasó.

En busca de un nuevo camino tras haberse dado cuenta con “Uh Huh Her” (2004) que sus pies ya no estaban para transitar por los pedregales de antaño, vuelve al trabajo de estudio con dos de sus más clásicos colaboradores, Flood y John Parish, para parir unas modestas composiciones de folk oscuro, novedosas en su carrera musical, pero no tanto al oído de los aficionados. El piano, que cobra un protagonismo que pierde la guitarra (las pocas que suenan son acústicas), apenas se acompaña de más instrumentos para arropar la voz doliente de P. J. Harvey. En definitiva, un buen disco, que no sonará mucho en los Medios y que más bien parece un respiro de la artista para intentar atacar nuevas cotas. O eso quiero pensar.

3 comentarios:

  • A las 9:29 a. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Lo que me sigue pareciendo de admirar es que siga buscando su sitio, aunque su música no funcione como antes se sigue notando ese interés por buscar y renovar su sonido. Hace tiempo que se podría haber echado a dormir y no lo ha hecho (aunque si espacia mucho los discos). Además, por lo que he visto y leído, sus directos siguen sin tener concesiones.

     
  • A las 6:47 p. m. , Blogger el porqué de mis peinados ha dicho...

    Es cierto que no le gusta hacer dos discos iguales seguidos, pero parece que ha rebajado sus pretensiones a la hora de renovarse... Supongo que terminará siendo como Pearl Jam, Lou Reed... Gente respetada, con un número de seguidores estables... pero que pasarán desapercibidos para el común de los mortales y los Medios

     
  • A las 10:27 p. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Este último no me acaba de convencer. Y sin embargo, después de escucharlo te entran ganas de ir a un concierto, en una sala pequeñita, donde no hay muchos empujones y puedas disfrutar de las canciones del mismo.

     

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