JOHANN JOHANNSSON – Fordlandia.

Después de unos cuantos años militando en diversas formaciones rock de su país, Islandia, JOHANN JOHANNSSON comenzó a labrarse una carrera en solitario componiendo música neoclásica para obras de teatro, danza, películas o documentales. En la misma línea, las piezas de este Fordlândia, todas ellas instrumentales excepto el coro de “The Great God Pan is Dead”, configuran una banda sonora imaginaria que bascula entre lo íntimo y lo épico.

Comienza por la grandilocuente “Fordlândia”, interpretada en Praga por cincuenta músicos de cuerda, cuyos más de trece minutos de tempo contemplativo roto por crescendos puntuales, nos recuerda inevitablemente a SIGUR ROS. Esta idea que preside temas como “The Rocket Builder (Io Pan!)”, “The Great God Pan is Dead”, "Melodia (Guidelines for a Space Propulsion Device based on Heim’s Quantum Theory)” o la magna "How We Left Fordlândia”, se combina con otra más modesta, impregnada de una belleza más recogida, como los cuatro interludios de “melodía”, aunque no exenta de cierta tensión, caso de “Aerial View” (grabada en una iglesia de Reykjavik) o la litúrgica “Chimaerica” (con ese órgano antiguo).

Añadiendo que el sello que está detrás de la edición es 4AD está todo dicho.