Este cuarteto británico resulta realmente desconcertante. Varias veces he estado a punto de borrar su archivo, pero a cada escucha me costaba más tomar esa decisión. La personal voz de su vocalista, una especie Jeff Buckley desbocado, y unas composiciones complejas, complican la posibilidad de un flechazo en el oyente. En definitiva, esquivos, pero con magnetismo y personalidad, valores que no conviene pasar por alto teniendo en cuenta la morralla que nos viene últimamente de las Islas Británicas. Con el tiempo, según les vas prestando la atención que se merecen, empiezas a disfrutar de su pop entre conciso y atmosférico, de su épica contenida (he visto por ahí comparaciones con U2). Canciones como ‘Hooting And Howling’ o ‘We Still Got The Taste Dancing In Our Tongues’ facilitan el proceso de acercamiento hasta que irremediablemente caes en sus redes.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio