THE DRUMS - Portamento

No tuve ningunas ganas de escuchar “Portamento” cuando se publicó, sobre todo tras escuchar “Money”, su primer single. Era un poco por pereza (me sonaba a más de lo mismo) y un poco por falta de confianza en el grupo (“hype” de manual). El caso es que cuando fueron publicándose las listas de lo mejor del 2.011 “Portamento” aparecía muy bien posicionado, así que no tuve más remedio que darle una oportunidad, al principio con desinterés, como a regañadientes, pero con el tiempo me sorprendí tarareando mentalmente esas canciones que con tanta desgana había estado escuchando. Nuevamente la música había ganado a los prejuicios.

La evolución respecto al primer disco es la habitual: Del pop despreocupado y directo al serio y de desarrollos más prolongados (de hecho, ‘Let’s Go Surfing’ ha sido eliminada del repertorio del grupo en directo, una declaración de intenciones en toda regla). Tal vez sea que al abandonar el barco uno de sus guitarristas, Adam Kessler, al poco tiempo de publicado el primer disco, se han visto en la necesidad de enfrentarse a las canciones de otro modo debido un nuevo reparto de papeles dentro de la banda. Sea como fuere, los teclados (con aires “viejunos”), han hecho acto de presencia con mucha fuerza y ahora el desarrollo de las composiciones tiende más a la tensión (véase “Please Don´t Leave”) que a la euforia. No es que el cambio haya sido drástico (‘Searching For Heaven’ al margen), sólo que ahora no son tan burbujeantes.

Esa evolución en el sonido también se ve reflejado en los sentimientos que transmite el álbum. Pasar de la juventud a la madurez también es la evolución habitual, y madurez, me temo, significa amargura, melancolía, decepción y descreimiento. Sólo hay que leer la letra de “Days”, mi canción favorita del disco: “and the days go by and I never needed you; we were just wasting time”...

Efectivamente “Portamento” merecía estar en las listas de lo mejor del 2.011