Touching from a distance.
Reconozco que Ian Curtis es mi icono favorito del rock. Sólo la foto de la portada me pone la carne de gallina: Esa cara inexpresiva con la mirada perdida en la lejanía como si estuviera presenciando revelaciones a las que nosotros únicamente tenemos acceso a través de sus palabras. Sin embargo, tengo los suficientes años y neuronas como para saber que un artista extraordinario puede ser una persona miserable, lo cual en realidad no me supone ningún impedimento para seguir disfrutando de su obra. Ahora bien, no será este libro el que me lleve a juzgar negativamente a Ian como ser humano.
Deborah Curtis se encarga de decirnos que su marido era un racista, un maltratador psicológico con algún conato de físico, un irresponsable egocéntrico... Lo primero que pienso es que siempre, y más en temas de pareja, hay que conocer las dos versiones de la historia para poder sacar conclusiones, sobre todo cuando parece evidente el resentimiento de la única parte que te la está contando. Antes de que Ian se suicidara, Deborah tuvo conocimiento de la existencia de Annik Honoré, amante oficial de su marido durante meses, además de que la convivencia conyugal había cesado mientras se tramitaba el divorcio. Creo que esos datos objetivos pueden explicar que una viuda cargue quince años después con esa virulencia contra su marido y el padre de su hija contándonos las anécdotas más banales para demostrarnos lo poco que valía Ian como persona y como hombre. ¿Podemos juzgar negativamente a Ian por haber dejado de querer a su mujer, habérselo dicho claramente y por querer a otra? Pues no lo tengo claro, sobre todo porque por lo visto él se justificaba ante los demás con sus razones. Yo intuyo una de ellas: Deborah no entendía el trabajo de su marido (creo que todavía hoy no lo entiende) y no mostraba ningún interés por él.
Con lo dicho hasta aquí podéis deducir que “Touching from a distance” no trata sobre música (me da la impresión que esta mujer se enteró bien poco de lo que iba la fiesta, no está claro si por aislamiento voluntario o impuesto), sino de las intimidades personales y familiares de Ian, algunas de una clase tan baja que podrían ser pasto de los programas del corazón. En un momento de la historia musical irrepetible (el Manchester de Tony Wilson, la Factory y Hacienda), nos cuenta cosas como lo que se asustó Ian cuando tuvieron un pequeño accidente de coche sin importancia o que le cogía el dinero del bolso para comprar tabaco.
De este libro tampoco podemos sacar conclusiones definitivas sobre la razón última que llevó al suicidio a Ian, sino que se apuntan varias posibles causas. Por un lado está la cuestión sentimental que Deborah quiere presentar como la imposibilidad de poder elegir entre dos mujeres. Personalmente creo que no era un problema de elección porque, como ya he dicho, Ian ya había elegido a Annik, aunque parece evidente que tenía cierto pesar por las responsabilidades familiares que rehusando. Por otro lado parece que la elección tampoco fue muy acertada porque Ian tenía una relación de dependencia y sumisión con Annik que la belga aprovechaba. Luego sus ataques de epilepsia, que le hacían muy vulnerable y enrareció la vida del grupo, además del problema de la medicación que mezclaba con drogas y alcohol provocándole terribles cambios de ánimo (algún miembro del grupo señala esta causa como principal). Por último y no por ello menos importante, parece que terminó creyéndose su papel de mártir del rock.
Desde el punto de vista literario, el texto podría estar redactado por un estudiante de secundaria, así que no tiene más valor que su contenido.
”Touching from a distance” también incluye las letras de las canciones de Joy Division, así como escritos inacabados de Ian Curtis, la lista de conciertos de Joy Division y su discografía, junto a algunas fotos. Todo ello, unido a una buena edición y su precio más que razonable hace que merezca la pena su adquisición, sobre todo para premiar el esfuerzo de METROPOLITAN.
6 comentarios:
A las 4:31 p. m. , K.M. Koffer ha dicho...
Lo compraré. Gracias por alentarme con tu descripción.
A las 5:55 a. m. , Zarathustra ha dicho...
gracias por la breve reseña del libro, en lo personal no me alento a comprarlo. que me queda claro que el libro es producto de resentimiento de una mujer despechada y que quizo sacar provecho de algo.
ultimadamente, Ian Curtis y Joy Division son quien son por su legado musical y no por sus historias personales/conyugales.
A las 8:22 p. m. , el porqué de mis peinados ha dicho...
me alegro que os haya servido lo que escribo
A las 2:56 a. m. , Anónimo ha dicho...
hola maestro!!!
me preguntaba si sabes donde me puedo conseguir gratis en pdf todos los libros y biografias referentesa Ian kevin Curtis y joy division,por supuesto el libro que criticaste tambien.
si sabes enviame un mensaje aqui ndakotanorte@gmail.com
te estare eternamente agradecido ya que hare un ensayo completoi de ian en la universidad
muchas gracias y saludos
feriz año
A las 6:24 p. m. , el porqué de mis peinados ha dicho...
maestro jajaja... siento no poder ayudarte, no tengo esa información
Un saludo
A las 5:51 p. m. , Anónimo ha dicho...
luiz_fields@hotmail.com
lo venden en México?
donde lo podría conseguir?
alguiien lo tiene en pdf?
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