Un clásico: SILVER APPLES.

Que después de escuchar a los SILVER APPLES grupos como RADIOHEAD o LAIKA no me parezcan tan originales es una sorpresa de la que me puedo recuperar, pero que me pase lo mismo con el KRAUTROCK alemán y Kraftwerk es un auténtico shock. Está claro que en el New York de 1968 se generó una ruptura en el espacio-tiempo de la música popular cuando a Simeon Coxe III le dio por conectar un oscilador de frecuencias electrónicas al amplificador de voz. Luego a Simon se le unió Danny Taylor en la percusión y al oscilar le fueron creciendo botones y cables para que los experimentos se convirtieran en canciones que fueron publicadas en dos álbumes, “Silver Apples” (1968) y “Contact” (1969).

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Sus mantras de percusión picoteados con electricidad les convirtieron en el grupo de culto por definición, bendecidos con el don de la eterna juventud gracias a las continuas reivindicaciones y homenajes de los más modernos de cada época. Efectivamente, resulta increíble que una canción como “oscillations” tenga cuarenta años.