NUDOZURDO - Tara Motor Hembra

Mi relación con NUDOZURDO nunca ha sido sencilla. Sin que pudiera dar razones de peso, algo me alejaba de ellos, pero al tiempo sentía cierta atracción, tal vez porque intuía ciertas influencias que me eran gratas. Con “Tara Motor Hembra” todavía no me han atrapado definitivamente, pero ahora sí que puedo decir sin reservas que NUDOZURDO me gustan. Creo que se debe a que han abandonado el histrionismo (aunque algo queda en “Prometo Hacerte Daño”) o tal vez se trate de que han sabido canalizar mejor el dramatismo (“No Me Toquéis”), ahora son más contenidos (“Láser Love” es de mis favoritas, tal vez el camino a seguir en el futuro), sus canciones son más compactas y equilibradas en lugar de cortantes. Han conseguido que su sonido planee sobre el ruido con un dinamismo hipnótico tomado prestado de LOS PLANETAS (“Golden Gotelé”, “Prueba/Error”...) de hecho creo que es el grupo español que ha conseguido sonar más a los granadinos sin caer en el plagio. No es que hayan abandonado su poso “post-punk” (por ejemplo, el espíritu de BAUHAUS sobrevuela “Conocí El Amor”), pero lo han matizado acudiendo al indie español de los noventa donde es imposible no acordarse de los grupos más “retorcidos” de aquella época como CHUCO y el HOMBRE BRUBUJA cuando se escucha a NUDOZURDO, aunque nunca hay que olvidar el puntito INTERPOL (“Dosis Modernas”).

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Su azarosa existencia (el disco de debut se tuvo que reeditar años después porque nadie se enteró que existía, su segundo disco apareció cinco años después, la banda ha sido completamente rehecha...), el poco decidido apoyo de Medios y discográficas, su propuesta “outsider”... hacen inevitable que NUDOZURDO aparezcan asociados a la peligrosa etiqueta de grupo de culto. Con este disco parece que, sin perder sus señas de identidad, quieren salir de esa incómoda situación, pero pasado unos meses de la publicación de “Tara Motor Hembra” no parecen terminar de romper. Igual hay que reconocer que NUDOZURDO no es para todo el mundo. Igual hay que esperar a las listas de fin de año. Igual hay que esperar que nuevas generaciones los reivindiquen como ha pasado con DÉCIMA VÍCTIMA.