DEPECHE MODE – Sounds of the universe

Puede que en la larga carrera de DEPECHE MODE en ocasiones la inspiración les haya sido esquiva (como a cualquier artista), pero cuando se han encontrado en esa situación lo que nunca han hecho es domesticar su sonido. Comparad el “No Line on the Horizon” de U2 con este “Sounds of the universe” y sabréis a lo que me refiero. Pues bien, éste disco ni es inspirado ni es fácil. Dirán que el último disco de DEPECHE MODE es un disco de madurez, oscuro, reposado y lo que eso significa en realidad es un disco sin singles. No hay ninguna canción de la pegada inmediata de “Wrong”, y aun así, tampoco es un tema para todos los oídos (ni su video para todos los ojos). DEPECHE MODE es un grupo de melodías. Si tienes una buena melodía, ya tienes la médula de la canción, lo que quieres contar. A partir de ahí, ya puedes meterle potencia, ruidos, arreglos más o menos oportunos... Pero si no tienes melodía, no tienes más remedio que hacer canciones oscuras, atmosféricas, canciones en las que nada sobresale porque no quieres que se note que vas de farol. Pues eso es lo que pasa con este disco. Otra cosa es que una canción mediocre de DEPECHE MODE es una canción con la que no pueden ni soñar el resto de los mortales.

El disco se abre con ‘In Chains’, que por su complejidad hay que escuchar muchas veces para darse cuenta de que es una de las mejores. Las aportaciones en la composición de Dave Gahan (algo que impuso desde “Playing the angel” bajo amenaza de abandonar el grupo), ‘Hole to feed’, ‘Come back’ y ‘Miles away/The truth is’, son meritorias pero carecen del brillo de las de Martin. ‘Fragile Tension’ y ‘In Sympathy’ sin duda serán los próximos singles porque entran a la primera gracias a una melodía y estribillo de primera. Me recuerda a “little fifteen” el soniquete de carrusel de pesadilla infantil de ‘Little Soul’, puede que esa conexión con la palabra “little” no sea casual. ‘Peace’ ha causado cierta admiración entre los fans de la primera época porque suena tanto a DEPECHE como a KRAFTWERK. La frialdad sintética de la música contrasta maravillosamente con las voces muy bien tratadas de Dave y Martin Gore. Tras la instrumental “Spacewalker” y la demo más que tema definitivo “Jezebel”, termina bien la cosa con ‘Corrupt”.
No es un mal disco, pero seguro que en los conciertos querremos que suenen más los viejos temas, cuando Dave se recupere de su cáncer de vejiga, claro.