Antony And The Johnsons – The Crying Light
Hablar de renovación, de sorpresas, de modas o de mercado es ridículo cuando se habla de una obra de esta envergadura emocional y estética. Lo único importante es esperar que llegue un domingo soleado para asomarse a la ventana escuchando "Epilepsy is Dancing" o "Kiss My Name", que la noche no sea nunca tan oscura como ´´One Dove´´, que hagan una película para ´´Everglade´´ y que la bóveda celeste sea catedral para la solemnidad de ‘Daylight and the sun’y para oraciones como ‘Dust and water’. Puede ser exuberante como la orquestación de ‘Her eyes are underneath the ground’ o sobrio como el piano de ‘Another world’, pero siempre grande.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio