KILLING JOKE – Absolute Dissent

Por supuesto que nadie se acuerda de KILLING JOKE (bueno, hablando de España no es un problema de “recuerdo” sino de “cultura musical”). Pertenece a esa categoría de bandas veteranas amortizadas por la industria e ignoradas por los Medios que siguen haciendo música de la buena aunque únicamente se enteren los fans. Ya he alabado alguna vez sus virtudes, así que para abundar en su trascendencia sólo diré que “pequeñas bandas” como METALICA, HELMET, FEAR FACTORY o FOO FIGHTERS han hecho versiones de ellos (la edición deluxe de “Absolute Dissent” viene con un segundo disco de ellas llamado “Absolute Respect”). Puede deducirse del listado de grupos que respetan a KILLING JOKE que los británicos han terminado en la órbita del “metal”, un “metal” moderno del que son pioneros y precursores. No se puede negar, ahí están las arrolladoras "Absolute Dissent", "The Great Cull", “Fresh Fever From the Skies” o "Depthcharge ", aunque salvo "This World Hell" (más canónica), podríamos decir que es un “metal” con particularidades. Con más de treinta años de carrera a sus espaldas, la formación original de KILLING JOKE se reúne para volver poner en marcha la trituradora y es que por mucho que sus miembros hayan pasado la cincuentena siguen dando miedo, es más, no creo que haya muchos jovencitos capaces de transmitir esa rabia sin caer en el caos sónico. Porque sí, hacen ruido, y mucho, pero en este disco no caen en la locura total como en anteriores entregas.

Efectivamente, la escena del “metal” los ha acogido, pero como a estas alturas no tienen que rendir cuentas (ventajas de pertenecer a ese grupo de bandas veteranas amortizadas por la industria e ignoradas por los Medios) en un disco de canciones abrasivas, son capaces intercalar temas mas melódicos como la simplemente gloriosa "In Excelsis" con esos teclados que nos llevan a otra dimensión, la electrónica (a su manera) "European Super State", el dub ("Ghost Of Ladbroke Grove") o simplemente hacer canciones de rock más clásico y reposado como "Endgame", "The Raven King" o “Here Comes The Singularity”.

Un álbum a la altura de su nombre.