ILEGALES - Todos están muertos

Los Ilegales vivieron La Movida desde Asturias. Por su música (punk y new wave ingleses) y actitud (pura provocación e incorrección) son tan “modernos” como los demás, pero también tienen un toque de rock callejero reivindicativo. Al final no terminan encajando en ningún lado, lo que les ha obligado a militar en la independencia por necesidad o por gusto. Son algo irregulares, pero nadie puede negar que atesoran unos cuantos himnos generacionales y Antonio Luque (SR. CHINARRO) los cita entre sus grupos favoritos (tiene una versión de la magnífica “la casa del misterio”).

Después de su disco homónimo del 1982 y de “Agotados de esperar el fin” (1984), editaron en 1985 “Todos están muertos” que por algún extraño motivo quise que mi padre me regalara cuando tenía trece o catorce años, así que de un expositor de cintas en un bar de carretera vino a parar a mis manos.

Aunque canciones como “enamorados de Varsovia” o “sin remedio” nos invitan a tomarlos en serio, a ellos lo que les gusta es reivindicar su condición de THE CRAMPS nacionales con composiciones de rock primario y guarro: “Eres una puta”, “Ella salto por la ventana”, “No me gusta el trabajo”, “Bestia, bestia” “Todos están muertos” les alejan definitivamente de las radio fórmulas como la extraña belleza de Jorge Martínez (el vocalista del grupo) le aleja de las carpetas de las quinceañeras.