SR. CHINARRO - El mundo según.

El mejor “grupo” español en activo defiende su trono superando con nota la difícil continuación del “Fuego Amigo”. Su anterior disco alcanzó una cumbre creativa y supuso un cierto cambio estilístico (o al menos un cambio en la forma de hacer las cosas), pero Antonio se enfrenta con desparpajo al reto de la mejor manera posible: Con buenas canciones.

Por el momento no se aparta del camino iniciado con el “Fuego Amigo” (alguna canción como “la última cena” podría haber estado en aquél trabajo): Composiciones trabajadas con sólidas pero dinámicas bases aliñadas con oportunos arreglos vocales o de cuerda, luminosidad pop y un Antonio cantando con seguridad en sus posibilidades.

Dentro de la unidad estilística del disco es increíble la variedad de tonos: Del pop inglés de los ochenta interpretado a su manera en “esplendor en la hierba”, “la decoración” (esos arpegios tan The Smith) al flamenco-pop (“del montón”, “gitana”), de la guasa de “G. G. Penningstone” a la tensión de “No Dispares” o a la tristeza de “Militar”. En esta grabación no sé si habrá estado “J” pero sí es seguro que estuvo su espíritu cuando había que grabar “ni lo sé ni lo quiero pensar” o cuando Antonio hizo la letra “del montón”. No fue el único que se coló en el estudio (figuradamente), también lo hicieron los chicos de Tindersticks en “no dispares” o “el lejano oeste”, mientras que “Ángela” vino de la época del “nosequenosecuantos” y “del porqué de mis peinados” para hacer una visita.

Ninguna pieza desmerece el conjunto. Mis favoritas son “Esplendor en la Hierba”, “del montón”, “Ángela”, “Militar” y “La Última Cena”.
Ya tenemos el mejor disco español del año (diga lo que diga Rock de Luxe).