NUBLA - Voayeur

El primer disco de Luciana Carlevaro, la barcelonesa que está detrás de Nubla, es un trabajo modesto en lo creativo, pero que merece ser comentado porque aporta un poco de color al monótono panorama musical español. Publicado a finales del año pasado en el sello independiente Mundo Zurdo con la ayuda de gente de Macaco, Ojos de Brujo y 7 Notas 7 Colores, “Voayeur” es accesible sin renunciar a la calidad, de modo que se mueve en esa tierra de nadie que hay entre la comercialidad y la independencia.

Nubla usa bases electrónicas para hacer pop tradicional como lo hacen ya en este país grupos como Chambao o Pastora. Una de las características más destacadas de “Voayeur” es su amplitud de miras en los estilístico que hace que confluyan elementos de diversas procedencias. El primer tercio de disco recuerda claramente a Portishead. Como los de Bristol, Nubla usa esas bases arrastradas características de Trip-Hop adornadas con scrachts y arreglos jazzisticos como en "Malquerida" o arreglos cinematográficos como en "Nube negra" y "Cayéndose" (son las canciones que más me gustan). Posteriormente las bases electrónicas se van haciendo más estándar y las composiciones adquieren un aire más world music: Se sustituyen los anteriores arreglos por acompañamientos étnicos como el sitar de “el agua” o por percusiones vocales, y la forma de cantar es más latina con cierto toque andaluz. Es en este punto en el que vienen a la mente influencias más cercanas como las de Chambao, Pastora o Mercedes Peón.

Uno de los pilares más importantes en los que se asienta la música de Nubla es la entregada voz de Luciana, versátil para ajustarse a los distintos tonos del disco y siempre cálida. Las letras, muy femeninas y tristonas para adecuarse al tono down tempo de la música, no destacan especialmente en lo literario, pero sí en lo personal.

Veremos sin en el siguiente disco Nubla escoge alguno de los múltiples caminos que apunta o si su estilo será definitivamente la mezcla.