EL PORQUÉ DE MIS PEINADOS

La música popular "independiente" vista por un aficionado. Hoy el problema es el exceso de información. Podemos conseguir de modo gratuito (e ilegal) cualquier tipo de música, además de los medios de comunicación generalistas hay medios especializados incluso en concretos estilos músicales, cada vez se edita más música... En fin, que la cuestión está en seleccionar y ahí es donde entro yo. Imaginad el tiempo y dinero que os vais a ahorrar.

24.2.06

BAUHAUS: "In the flat field"

BAUHAUS es una de las formaciones fundacionales de lo que se ha venido a llamar “movimiento gótico”, pilar en el que se apoyan una serie de grupos que han terminado configurando un subgénero dentro del estilo. Su característico sonido consigue transmitir desasosiego gracias a bases rítmicas marcadas y repetitivas junto a una guitarra lacerante de recursos ilimitados. El vocalista Peter Murphy es un Bowie oscuro de personalidad arrolladora con una voz potente y de múltiples registros. La imagen e iconografía del grupo están cuidadas al detalle: Portadas, fotos, vestimentas, peinados, conciertos... Un gusto por la estética sin duda proviene del glam, pero distorsionado por el punk. Por otro lado, tanto la utilización del blanco y negro como el histrionismo de Peter Murphy nos remiten claramente al cine expresionista alemán. Así pues, es absolutamente imprescindible conseguir los videos y directos del grupo, porque en BAUHAUS es tan importante ver como escuchar.

La radicalidad de la propuesta no podía mantenerse mucho tiempo. Tras sólo cuatro discos, sus componentes siguen carreras separadas que nunca terminaron de cuajar, demostrando así que el conjunto era superior a la suma de las partes. Esos fracasos particulares han motivado dos resurrecciones del grupo con fines meramente alimenticios.

El disco aquí analizado es “in the flat field” que recopila varias canciones primerizas diseminadas en diversos formatos, algunas con la categoría de clásicos de la banda: “double dare”, “in the flat field”, “god in an alcove”, “stigmata martyr” (uff qué miedo), o “telegram Sam”. No suele citarse entre las anteriores “spy in the cab”, pero a mí me encanta. En la discografía de BAUHAUS, además de las canciones que forman parte de la columna vertebral, hay dos pequeños subgrupos de canciones: Los “experimientos” y las canciones “bonitas” (acústicas, agradables de escuchar, relajadas...). En este disco los experimentos son “small talk stinks” y “nerves” y la bonita “crowds”. En el tramo final de la vida del grupo las canciones “bonitas” van en aumento, por eso tal vez recomendaría a alguien que quisiera escuchar algo de BAUHAUS empezar por los últimos discos, con la advertencia de que aun así no son fáciles de escuchar.

17.2.06

ARCTIC MONKEYS: Whatever people say i am thats what i am not

Cómo pasa el tiempo... Llevamos ya 5 años de grupos de jovencitos bien vestidos y peinados tocando canciones de hace 30 años (o más). La pose rock y las canciones sin pretensiones de 2 minutos y medio fueron bien recibidas cuando a principios de esta década el post-rock mostraba claros signos de agotamiento del discurso. Pero el ciclo va concluyendo: Los Strokes ya han caído en desgracia, el segundo disco de Franz Ferdinand no ha sido recibido con tanto entusiasmo como su debut y los Kaiser Chiefs parece que no son capaces de salir de las islas.

En un contexto en el que pintan bastos llegan los Arctic Monkeys ofreciendo más de lo mismo. ¿Por qué?. Pues porque hay que estrujar la gallina de los huevos de oro un poco más antes de rajarla. Los menos culpables de todo esto son los grupos que se ven envueltos en estas vorágines de deseos de novedad y tendencias. Y si son culpables de algo, en el pecado llevan la penitencia: Cuando la prensa deje de decir bobadas y la discográfica les rescinda el contrato a la altura del tercer disco, serán tirados a la basura como un pañuelo de papel.

Escucho los los Arctic Monkeys y pienso en los grupos habrá en Gran Bretaña haciendo lo mismo que estos pollos. En cada barrio tres o cuatro por lo menos. Chavales que no han llegado a los 20 años aprendiendo a tocar los instrumentos haciendo versiones de sus clásicos de cabecera. Una pequeña variación y ya tienen una canción propia. Algunos seguirán tocando en el garaje de la casa de los padres hasta que encuentren un trabajo estable. Otros, como los Arctic Monkeys, venderán millones de discos por haber mandado su maqueta al sitio oportuno en el momento oportuno. Por supuesto su maqueta es de canciones con pequeñas variaciones. Si la industria les hubiera dejado un poco más en el garaje a lo mejor hubieran hecho algo grande, pero no hay tiempo, la rueda tiene que seguir moliendo grano.

Personalmente me recuerdan mucho a los Strokes: canciones de sonido garagero gracias una producción cruda y la voz del cantante, indolente o desgarrada según el caso. Puede que los Arctic Monkeys tengan mayor amplitud de referencias. Sí, otra vez hablando de referencias... Algunos hablan de los ochenta... Yo no lo veo tan claro. Si acaso algo de la New Wave más heredera del Punk. Me parece que el ingrediente principal son los Stooges y grupos similares de finales de los sesenta. Hay buenas canciones (A certain romance, Mardy Bum o I bet you look good on the dancefloor), pero a mí ya me empiezan a aburrir.

15.2.06

EDITORS: "the back room"

Según Mondosonoro “the back room” de británicos EDITORS “se inspira en el legado de Echo & The Bunnymen, The Chameleons o The Sound”. Pues como dirían en la Hora Chanante: “efectivamente y no”. Es indiscutible que todo artista (y los músicos de música popular en ocasiones lo son) tiene autores anteriores que le sirven de referencia, los cuales pueden ser plagiados, ser una influencia o servir de inspiración. Vamos al diccionario:

PLAGIAR: “copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias”

INFLUIR: “poder, valimiento, autoridad de alguien para con otra u otras personas o para intervenir en un negocio”

INSPIRAR “sugerir ideas o temas para la composición de la obra literaria o artística.”

Pues bien, EDITORS están influenciados por Interpol, incluso se podría decir que copian en lo esencial su obra, así que la inspiración en Echo & The Bunnymen, The Chameleons o The Sound... es inexistente o al menos indirecta. Joy Division, The Chamelons, Echo & The Bunnymen, Killing Joke, Siouxie & The Banshees, The Sound, The Cure, Bauhaus, U2... Eran grupos con una marcada personalidad y en ocasiones con postulados muy diferenciados, así que un grupo que quiera sonar ochentero, o bien plagia un grupo en concreto o bien hace un “mix” de referencias. Hacer un “mix” de referencias tiene algo de creación, pues tienes que decidir qué referencias tomar, que peso dar a cada una de ellas... Interpol hizo el “mix” de referencias necesario para tener un sonido propio, mientras EDITORS no ha hecho su propio “mix” sino que ha adoptado el de Interpol.

Con todo lo dicho podría pensarse que no me gustan los EDITORS. Pues “efectivamente y no”: Me gustan, pero valorándolos en su justa medida. Soy fan de muchos de esos grupos ingleses citados de finales de los setenta y principios de los ochenta, y siendo consciente de que algunos ya no existen y otros no volverá a dar obras apreciables, me consuelo con grupos como EDITORS, sobre todo cuando hay ganas y buenas canciones como es el caso. El sonido de EDITORS es accesible y contemporáneo, así que son recomendables para todos aquellos que quieran empezar a escuchar música porque iniciarse con Joy Division o Killing Joke sin preparación previa puede causar daños irreparables.

10.2.06

SR. CHINARRO: "El fuego amigo"

El Sr. Chinarro es uno de los grupos que a principios de los 90 inventaron el actual movimiento independiente español y con la perspectiva del tiempo puedo afirmar que es el mejor de todos ellos. Reconozco que soy fan (Genaro me romperá las piernas la próxima vez que me vea), de hecho el nombre de mi blog es un tributo y hasta he sido un “mártir de Santa Teresa”, su efímero club de fans (el único al que he pertenecido). Son muchos los motivos de esta devoción. Aunque manteniendo siempre la marca de la casa, a lo largo de sus 15 años de existencia atesora una trayectoria muy variada: De la oscuridad de “Compito” y “La primera opera envasada al vacío” a la luz de “el porqué de mis peinado” o “noséquénosécuántos”. Mientras sus compañeros de generación eran prácticamente la respuesta hispana a grupos y movimientos foráneos, el Sr. Chinarro tiene un sonido de referencias innegables pero muy personal, único e irrepetible. En lugar de refugiarse en el inglés, amasa el español como muy pocos, jugando con los dobles sentidos y frases hechas, con temas llenos de lirismo y humor (¿“La dama se esconde” surrealista?). Algunos anotan en su debe los directos, y es que uno no sabe si son pocos porque son malos o son malos porque son pocos. El hecho de que no exista una auténtica banda detrás (el Sr. Chinarro es Antonio Luque), ni siquiera una cierta estabilidad en los músicos, hace que sus actuaciones sean escasas y llenas de errores, aunque tengo que decir que Antonio ha tenido el descaro de hacer del error otra seña de identidad del grupo y algunos los esperamos con parte del show.

El último disco del Sr. Chinarro, “El Fuego Amigo”, da la sensación de ser la consolidación de la fórmula, pero conociendo al sevillano bien podría ser un paso más de su evolución. Aunque no es el disco que más me gusta del Sr. Chinarro (lo son “Compito” y “El porqué de mis peinados”), es el que recomendaría a quien quisiera iniciarse, pues es su trabajo de más agradable escucha gracias una producción trabajada y su “buen rollo”.

Antonio Luque ha dado sus mejores discos cuando otras personas se han visto involucradas en el proyecto, y este disco no es una excepción. “El Fuego Amigo” no sería igual sin “J” (líder de Los Planetas): Dueño del estudio y responsable del “Ejercito Rojo” (subsello de BMG en el que se ha publicado el disco) ha sido productor, ha tocado instrumentos y ha puesto su voz en algunas canciones, así que este disco es a “J” lo que el “Transformer” de Lou Reed es a Bowie.

Para terminar decir que para los que compramos música original por puro coleccionismo este disco es un regalo y merece estar en un lugar visible de la estantería.

Mis canciones favoritas: “Dos Besugos”, “Morado”, “El peor Poema” y muy especialmente las gloriosas “El rayo verde” y “el rito”.

3.2.06

Ipop

El desprecio que tiene este país por la música se manifiesta en la televisión. Los programas musicales, pocos, malos y mal tratados por las cadenas, se reducen a “los 40” en Canal Cuatro (esperaba más de esta cadena) y “los conciertos” de Telecinco (de madrugada, mal anunciado y sin criterio). Nada puede echarse en cara a empresas privadas que ofrecen lo que tiene salida y en un país en el que no gusta la música nadie pide programas de música (por supuesto Operación Triunfo no es un programa de música). A la televisión pública sí que le podemos pedir más y los estupendos “conciertos de Radio 3” no bastan para considerar que la música popular tiene una cobertura adecuada en la antena, primero porque no es un programa en sentido estricto y segundo por su tratamiento marginal (de madrugada a la hora que cuadra). La verdad que no se entiende como las artes plásticas, mucho más minoritarias que la música, tienen programas en la 2 como Metrópolis o la Mandrágora, y la música popular no.

En este contexto, Ipop se convierte en el mejor programa sobre música de TVE. Básicamente es un programa de formato “moderno”: Cámara con parkinson, rapidez y variedad de contenidos con la consecuente superficialidad de los mismos y presentadora “guay” poniendo caritas. Así pues, Ipop no es mi programa sino un programa para una “inmensa minoría” y no cabe duda de que nace con esa vocación. En principio, no me parece mal (ya he expuesto esta idea en algún lugar de este blog) porque un fan de Amaral que vio el primer programa pudo saber que en España existe un grupo que se llama Los Planetas. Tiene, en definitiva, un claro corte divulgativo y la información que transmite no presupone conocimiento alguno del televidente.

El adolescente de hoy se debate entre OT-Cadena Dial-Damemasgasolina y la música electrónica de garrafón, así que puede que este programa le sirva de referente. Por horario de emisión y viendo el público presente en las actuaciones parace que está pensado para esa edad.

Puede que los tiempos de “La Edad de Oro” y de “Rockpop” no vuelvan jamás, pero al menos con Ipop esa espera se hará más corta.